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21 Jul
21Jul


No existe nada que pueda curar el alma y el corazón que un viaje.

En cuanto vi la oportunidad perfecta, me lancé sin pensarlo. Tenía que ser un destino cercano y que nunca hubiera visitado. Por algunos días investigué y busqué mis mejores opciones. No quería escalas. El destino fue elegido y en cuestión de un par de horas pude cuadrar todo. ¡Miami Beach allá voy!

Antes de...

Estudié y analicé la zona donde me quedaría, las distancias de cada lugar, restaurantes, actividades. Siempre busco que mi alojamiento quede cerca de lugares que deseo visitar. En este caso el lugar seleccionado era perfecto y todo cuadraba a la perfección.

Notifiqué a mi mejor amiga de mi viaje y conectamos para compartir nuestra ubicación. Hice lo mismo con mi hija. Por seguridad, era muy importante para mí que ellas supieran dónde estaría o dónde fue la última vez que estuve. Ya con eso set, solo quedaba poder lograr el vuelo a mi destino. 

Le hablé a mi pequeña del viaje que haría, dónde estaría y que la llamaría todo el tiempo. Fue difícil llegar sin ella al aeropuerto. Hacía tanto tiempo que no llegaba a un aeropuerto sin compañía que me sentía totalmente incompleta. Lloré cuando pasé TSA, lloré en el baño, cuando comí, cuando veía las familias... en fin lloré mucho, tenía demasiado sentimiento. ¡Era la primera vez! Me arrepentí muchas veces de haber tomado esa decisión. Me cuestioné mil veces por qué hice algo así. Le dije a mi hermana que no volvería a viajar sin ella. En fin, dije muchas cosas que luego que pasó el trauma le pregunté a misma: Misma, ¿cuándo es el próximo? 

Como siempre, este viaje no fue la excepción de una tortura en el aeropuerto. Dentro de mi estancia en SJU conocí a una chica que andaba igual que yo, brincando de Gate en Gate a ver si lograba montarse en algún vuelo que la llevara a casa. Me fui antes que ella, ya en mi última esperanza. Lo importante es que logré llegar a MIA aunque fue para darme un baño y dormir.

Welcome to Miami baby!

Puede parecer raro, pero nunca había tenido la oportunidad de visitar esta ciudad. Elegí el mejor destino para mi primer viaje sola. Siempre dije que sería Venecia. Sin embargo, a pesar de no ser el que quería, me resultó mucho más interesante y conveniente en estos momentos (obvio). 

Alegre, caliente, divertido... tiene todo lo que necesitaba para pasar unos días a solas siendo yo, libre y natural. Jamás pensé pasarla tan bien. Aunque como todo tiene sus desventajas... no siempre aparece alguien que te tome las fotos o no encuentras el mejor punto para colocar el teléfono. No, no me llevé trípode. Así somos. Quería que la experiencia fuera real, tal cual.

Day 1

No tenía un plan. Sí tenía una idea, pero quería fluir con el tiempo y mi ánimo. Luego de un rico desayuno en mi B&B (luego les hablo de esa maravilla de lugar), y pensar en la terraza qué me animaba a hacer, decidí irme caminando hasta la playa y explorar un poco el área. Teléfono en mano y m fui a caminar. 

Quería correr bicicleta así que busqué en el GPS algún lugar donde rentarlas. Tenía la opción de las City Bike pero deseaba que fuera algún negocio local. Así fue que llegué a 305 Tours & Rentals. El chico muy amable me explicó como usarla con los cambios y me la dejó ready en uno que pudiera moverme sin tener que tocar nada. Así somos jajaja. Recorrí el área de la playa hacia el puerto. Hice mis paradas, saqué fotos y vídeos, comí, pensé, respiré. ¡Me sentía tan libre y feliz!

Si estás en esta zona y no te paras a sacar fotos o vídeos a las torres de salvavidas es como no haber ido. Tampoco dejes  pasar el South Pointe Park Pier. ¡Es hermoso! Puedes ver peces y muchos animales marinos, además de botes y barcos de carga.

Luego en la noche me fui para el Original Selfie Museum en Wynwood. Y no, no me fui a ver los murales y toda la zona. No estaba en ese mood. ¡El museo me encantó! Lo tenía solo para mi. La entrada me salió en $26.75.

Ya cuando regresé estaba mueeeerrrrta en vida, así que me tiré en mi cama y me puse a ver series hasta quedarme dormida. ¡Qué cosa más rica!

Day 2

Quería playa, sal, arena. Quería.... El Weather no colaboró con mi noble y linda causa. Así que luego de pensarlo, me fui al Frost Science Museum. Luego de comprar la entrada, ¡salió el Sol en todo su apogeo! Así es esto. Sin embargo, fue lo mejor que pudo pasar. Allí por primera vez pude ver momias en Mummies from the World: The Exhibition. Espectacular. 

En la parte superior del museo puedes apreciar una preciosa vista de la ciudad de Miami.

Finalizada mi visita en el museo el hambre asechaba y fue entonces que me fui directo al Bayside Marketplace. Allí comí mofongo con pollo en un restaurante cubano del cual no recuerdo el nombre peLdón. Luego de comer y sacarme algunas fotitos me fui de "window shopping" por el área. 

En la noche me puse bella, bella y me fui para el Art Deco District oooootra vez. ¡Es que me encantó! Esta era mi última noche aquí, así que aunque estaba cansada, no me dejé caer y me fui. Comí gelato en un banquito mientras escuchaba "conversar" a unos dominicanos de aviación, regulaciones y aeropuertos. Que mucho me reí con ellos. Esa zona de día es hermosa, pero es de noche donde la magia surge. Es como estar en dos lugares diferentes. Por el día es una cosa y en la noche otra.  Ya de regreso me detuve en Palace Bar & Grill. Ahí sí que gocé en cantidad. OMG! Simplemente espectacular. Olvídate de los prejuicios y date esa oportunidad. Lo vas a disfrutar.

Day 3

En mi último día, me levanté, trabajé un poco en el comedor y me fui a la playa. Este día ya estaba planificado ya que mi vuelo salía en la noche. Dejé todo listo en el B&B y me fui a disfrutar. El agua estaba rica, el sol perfecto, el calor on point para derretir. Luego de tomar el sol un ratito, alquilé una de las City Bikes y me fui por el área nuevamente. Por el camino conocí a otra chica que también andaba de viaje sola y le tomé algunas fotos, no recuerdo de dónde era. Cosa mas normal amiga que me lees. Normal.

En este día comí en otro restaurante cubano riquísimoooooooo que me quedaba de camino a mi B&B. Diooooooooos mío Jesús amado Cristo Señor. ¡Qué comida tan rica! La atención espectacular, la comida 100/10, el lugar hermoso. En fín, tienes que ir. ¿El nombre? ¡De este sí me acuerdo! La Esquina Cubana. Tienes que ir. Es todo lo que te diré. 

Cuando viajas sola tienes que dejar los miedos a un lado, tienes que tener confianza y seguridad en ti misma, no puedes permitir que tus temores te dominen. Una vez lo logras, eres capaz de todo. Es una experiencia enriquecedora, te llena de vida, de ánimo y confianza. Con el corazón, date esa oportunidad. Disfruta la oportunidad de poder estar contigo, de tu intimidad, de ser tu, de hacer lo que desees cuando lo desees y como lo desees. Una vez lo haces ya no hay vuelta atrás.

Kazahira

PD

Para mi viaje de regreso, tomé el tren desde la estación en MIA para FLL. Este tren te deja en el aeropuerto. El boleto me costó solo $3.75.

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